miércoles, 28 de mayo de 2014

Hoy me siento miserable.

Sí, hoy me siento miserable una vez más  la mente ganó al corazón.
Hace unos días, me fui a un gran almacén para hacer una compra del mes.
Y la cosa no hubiese tenido  más trascendencia si no me hubiera parado a pensar.
A veces no conviene pensar tanto y quizá nos iría mejor si le hiciésemos más caso al corazón. 

Cuando me encontraba ya en caja de pago, un señor muy amable me  ayudo a colocar mi compra en la cinta de la caja. Solo cuando me disponía a pagar y noté el olor característico de una persona que lleva días sin una ducha, me di cuenta, el hombre escarbaba entre un puñado de céntimos y solo llevaba un cartón de vino y otra cosa que dejó por no llevar suficiente. En ese instante tuve la pulsión de ofrecerle una barra de pan y unas latas de atún que tenía en la mano, pero lo pensé y si le ofendo,
Mientras lo pensé y no actué, el hombre se marchó y cuando salí ya no lo vi por ninguna parte.
Perdí mi oportunidad de ayudar a alguien que seguro que lo necesitaba.
Sí, perdí la oportunidad de demostrar que ser humano todavía le queda algo generosidad.

Como un mes más tarde me pasó algo parecido tuve otra corazonada y quiero que sepáis
que le hice caso al corazón y qué a gusto se queda una cuando hace lo que tiene que hacer.
Pero eso es otra historia

martes, 20 de mayo de 2014

El Amor Incondicional.

Hoy como cada día he tenido entre mis brazos, a una persona que no podía valerse por sí sola.
Justamente por ello, soy Auxiliar de Enfermería, porque mis manos son la extensión del que NO puede.
Siempre me he resistido a escribir sobre mi trabajo, para mí es un santuario.
Cuando estoy en el trabajo, estoy ahí al cien por cien y me olvido de las demás facetas de mi vida.
Pero hoy ha sido un día especial, he saludado a dos ancianos a los que cuidé en dias pasados y me han regalado una sonrisa tan grande que me han agrandado el corazón.Y al saber que yo no los cuidaría hoy ambos me han dicho "me has abandonado" a pesar de saber que han sido tratados estupendamente por una compañera.
No sé, si soy yo que estoy un poco mas sensible.
O simplemente el amor en estado puro se ha manisfestado y me ha enviado un dardo al corazón.
Pero al bañar a mi amigo, un joven de dieciseis años que no pesará mas de veinte kilos y ver como su madre le miraba con toda la dulzura que sólo una madre puede dar.
Sí, cuando he bañado a ese muchacho que no hablaba y no movía, ni las manos ni los pies y  nunca los moverá.
He visto los ojos del amor incondicional, en la mirada mas hermosa y limpia que he visto en vida.

Carmina.
20/05/2014.


jueves, 15 de mayo de 2014

La importancia de despedirse.

A veces cuando no me puedo despedir de alguien siento un vacío.
Ver como se marchan tus seres queridos uno tras otro y te das cuenta.
Que la lista de las cosa que NO dijiste,cada vez es mas larga y mas pesada.
No hemos aprendido a mirar de frente a los desafios ni a los adioses.
Soló nos alimenta el egoismo de una orfandad y no sentimos el adios del que se fué.
Quizás estemos a tiempo de aprender, que hay que despedir al que se marcha con alegría,o por lo Menos con serenidad. Dejarle marchar libre y sin el lastre de nuestras lágrimas.
Aprender a despedirse, es tan facíl.
Marchate estaremos bien, hemos tenido mucha suerte de estar a tu lado.
Hasta pronto.