EN MI ESTANTERIA

Hoy he visto en mi estantería, diez libros que leí hace años. Cuando era misión imposible leer una página sin consultar el diccionario. Mi poco tiempo en el colegio y los años de trabajo incesante, pasaron en un suspiro y cuando me dí cuenta, mi curiosidad, era tan grande que me hizo buscar en las librerías y puestos de libros de segunda mano que hace años ponían en mercadillos y ferias. Mis primeras lecturas fueron con Bécquer, Gibran y mi adorado Tagore. Después ya empecé a buscar… El primero “El vendedor más grande del mundo” lo leí en el año dos mil, queda tan lejano… Lo leí en una tarde. Y me gustó tanto, que lo volví a leer pero más despacio para saborear cada página. Me convertí en incondicional de Og Mandino. En sus páginas aprendí a escuchar, y a leer a otros autores que le inspiraron y que no tardé en leer. Me guió por el camino de los grandes, Henry David Thoreau, Emerson, Bernard Shaw, Napoleón Hill, Carnegie. Aprendí de ellos que las barreras las ponemos nosotros, que la gente humilde no tienen que ser analfabeta o no válida, que la actitud de poder, te abre los caminos y que no hay límites en el camino de la vida. Por eso cuando he intentado hacer referencia a estos grandes, en algunas tertulias, enseguida les catalogan como libros de autoayuda, como si fueran libros de segunda fila y la verdad, me molesta y mucho porque fueron hombres que lucharon, movilizaron y revolucionaron en su época, y quien crea que son libros de segunda, que intente vender 50 MILLONES de libros y luego que me lo cuente.